La historia de Abarth empieza el 1949, momento de su fundación a cargo de Carlo Abarth. Este era un ciudadano austriaco nacido en Viena el 1908, su nombre original era en realidad Karl, el cual se cambiaría al nacionalizarse italiano en el año 1945.

Previamente, después de conseguir numerosas victorias con sólo 20 años en carreras de motos y sidecares, se vio obligado a dejar la competición después de un grave accidente, pero al poco tiempo empezó a trabajar a Cisitalia, una factoría de coches de competición.

El primer coche que produjo fue un 204 A Roadster, derivado del Fiat 1100, que de inmediato ganó el Campeonato 1100 y la Fórmula 2. Al mismo tiempo, inició la producción de kits para coches de serie, en especial piezas para aumentar la potencia de los motores, y principalmente tubos de escape. En el 1962 tuvo una producción de 275.000, con un personal que llegaba a los 375 operarios y una cifra de exportación del 65%.

Los récords del Mundo fueron muy pronto un reclamo promocional para Abarth: él mismo batió, en el 1956, el de más kilómetros en 24 horas. Fue en Monza, con 3.743 kilómetros, a una velocidad media de 155 km/h al volante de un Fiat Abarth 750. En la misma pista, siguieron los récords de los 5.000 y 10.000 kilómetros, 5.000 millas y también los de más kilómetros recorridos en 48 y 72 horas. Aquel mismo año, el Abarth 750 fue portada del número 15 de la prestigiosa revista alemana Auto Motor und Sport, estaba disponible en dos carrocerías diferentes de Zagato. Carlo utilizó de forma eficaz los medios de comunicación, y la publicidad fue otra de sus mejores herramientas de cara al público, manteniéndose en la vanguardia de la época en este apartado.

El año siguiente, el 1957, 20 pilotos conducían coches Abarth en la categoría 750 de la Mille Miglia, de los cuales 16 terminaron la carrera, y Franklin Delano Roosevelt Jr., hijo del presidente norteamericano, firmó un acuerdo con Abarth con el fin de distribuir sus productos.

El 1958, el Fiat 500 Abarth impresionó a los aficionados, una preparación deportiva que doblaba los 13 CV del modelo de serie hasta los 26. Fiat decidió premiar al preparador económicamente según el número de victorias y de récords que consiguiera. La lista fue interminable durante los años siguientes: 10 récords mundiales, 133 internacionales y 10.000 victorias en competición.

Los ‘60 fueron su época de más prestigio, con modelos como el 850 TC, el Abarth 1000 o el 2300 S, y el 1965 de nuevo Carlo Abarth en persona se ponía los guantes de competición para volver a batir nuevos récords; en esta ocasión, el de aceleración en un cuarto de milla y en 500 metros. El mérito de Carlo fue doble, ya que decidió adelgazar 30 kilos, con 57 años, para no tener problemas de espacio al volante del Fiat Abarth “Monoposto Record” Class G.

Desde 1971, la firma se integró por completo en el grupo Fiat Auto. El último coche en el que Carlo Abarth trabajó fue el Autobianchi A112, y posteriormente la empresa se introdujo de lleno en el Mundial de Rallyes con el Fiat 131 Abarth, consiguiendo el título de marcas en el 1977, 1978 y 1980. Carlo murió el 1979 a la edad de 71 años, su signo del zodíaco, por si no lo intuían, era el Escorpión.

 

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